30.8.08

la idea de creación

[...] Todo es oscuro en la idea de creación si se piensa en cosas que serían creadas y en una cosa que crea, como se hace generalmente, como el entendimiento no puede impedir hacer [...] Pero cosas y estados no son más que consideraciones de nuestro espíritu sobre el devenir. No hay cosas, no hay más que acciones. Más particularmente, si considero el mundo en que vivimos, encuentro que la evolución automática y rigurosamente determinada de ese todo bien ligado es la acción que se deshace, y que las formas imprevistas que en ella recorta la vida, formas capaces de prolongarse ellas mismas en movimientos imprevistos, representan la acción que se hace. Ahora bien, estoy en todo mi derecho a creer que los demás mundos son análogos al nuestro, que las cosas pasan allí de la misma manera. Y sé que se han constituido al mismo tiempo, puesto que la observación me muestra, hoy mismo incluso, nebulosas en vías de concentración. Aunque por todas partes se cumple la misma especie de acción, bien que se deshaga, bien que trate de rehacerse, expreso simplemente esta similitud probable cuando hablo de un centro del que los mundos brotarían como los cohetes de un inmenso ramillete -dado que, sin embargo, no considero ese centro una cosa, sino una continuidad de surgimiento-. Así definido, Dios no es algo completamente hecho; es vida incesante, acción, libertad.

(H.Bergson, Memoria y vida, textos escogidos por Gilles Deleuze)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gabriel; vengo pensando en la línea de evolución (en cuanto a existencial) creativa desde el interno sentimiento y me acerco a esta lectura , creo que si bien no había leído de Bergson, suena orientadora en algun sentido.
gracias !!!