30.8.06

Impresionante


Un oído que no quería ser oído se metió en el fondo de un embudo, desde donde puede oír sin que a nadie le suene.

[a mi amigo Tato Moreno]

1 comentario:

Gabriel Cerini dijo...

Tato, te busco aquí mismo y no sé donde te has metido, decite algo, dale