30.1.08

Sonido-suceso nro. 5


Una llave perdida

y la puerta que abre abandonada por ahí como un coche.

Esto es una secuencia imposible de superponer.

Tiene tiempo.

20.1.08

D.E.


Después de la electrónica. De las grabaciones en adelante. El tiempo presente desde donde se lanza la flecha de la historia de la música. Ese túnel. Desplegable "paisaje de acontecimientos”. (*)

Escuchar una grabación de la música que sea y replantearse el tema de los sonidos que escuchamos a través de nuestros mediadores más cercanos (altavoces o auriculares) y producimos con instrumentos musicales o grabaciones, pero siempre (casi siempre) a través de micrófonos, filtros, procesamiento de señales, siguiendo la idea que desplegamos en una hoja de papel de la forma que sea. Porque la música siempre es memoria.

Los sonidos evocan su fuente. Insistimos en la escucha concentrada en el sonido no en su origen (“escucha reducida” Schaeffer). El caso quedó en evocar y en no hacerlo. Es un artilugio más de composición, después de todo. Una herramienta de composición que nos distingue. Conseguimos sonidos que eran propios de nuestra música electroacústica. Algunos quedaron muy rápidamente reducidos a clichés, pero bien usados siguen siendo útiles. Otros nos desvelan y sorprenden.

Después de la novedad de la electrónica, los instrumentos musicales tradicionales y voz humana, también evocan su fuente. El sonido de un violín (por ejemplo) nos redirige a la técnica del violín, a la madera del instrumento, al modo de tocar de alguien en particular y al nudo sonido que evoca el sonido de violín que venga al caso. Para mí es tan bueno como el de un papel de diario arrugado o cortado o agitado de muchas maneras posibles.


(*) El término es de Paul Virilio.

11.1.08

ruido blanco

Los aplausos son la música del público que, si recibieran a su vez aplausos por parte de los intérpretes, se sentirían obligados (o motivados) a hacer buenas músicas. [loop]

Pero el silencio; la música que intentamos componer como espías del silencio. El silencio concertante. El silencio sonante y donante. El silencio de cámara y camaradería de compositores, intérpretes, público. Ese silencio juega un papel prodigioso y, una vez registrado, se pierde para siempre: no sale en las cámaras de seguridad.