28.6.07

El compositor interpreta


el sonido en su ámbito, lo despega y le da vueltas como a un trompo.

La música sucede cuando alguien se detiene a escuchar

todas las velocidades del aire.

20.6.07

He querido arrancar unas hojitas de mis libretas y llegar hasta aquí caminando como siempre que hay un sueño largo.

“Subía con un brazo derecho metálico una montaña altísima: soñé que vencía las leyes de la música.”

Sueño que es fruto de una consigna: “templar el tiempo real”. Vivir la experiencia de la nota, del flujo musical.

1.6.07

Las máquinas


Componer desde/después de las máquinas.

Las manos más rápidas que la vista.

Realización, puesta a punto. Grosor de conos, distancias especulares a modo de zoom. El evento es. Hay que ver la medida exacta, no el lugar.

No, el lugar. El lugar: orquestar. Siempre más rápido que la posibilidad de discernir sin las máquinas.

Estadística de las máquinas a las máquinas. Los rastros, a las máquinas.

La música desde las máquinas para que después ya no queden rastros de las máquinas; sólo el cálculo, todos los procedimientos.

Antes que nada, deshumanizar las máquinas. Despojarlas de toda vez, de toda especie. Que no nos entiendan, que no nos reconozcan.

Romper el pensamiento máquina; luego romperlas.

Romper las máquinas: componer sobre partículas que se juntan en secuencias. Con el valor de los silencios. No con silencios. Con la práctica des-silenciadora de las máquinas.

Pero, que no nos encuentren, que no nos hablen, que no nos imiten, que no nos secunden, que no nos interpreten.

El secreto es.

El evento es.