5.8.09

Juego II


En general los juegos se inventan a partir de una base oral hasta que terminan consolidándose con reglas escritas en un manual o libro de instrucciones.
(Por el momento me estoy refiriendo a juegos de mesa.)
Me interesa la manera en la que (mucho tiempo después de su consolidación y cuando no aparecerán nuevos cambios sustanciales) son descritos con palabras. Y es que para ordenar los conocimientos que se puede llegar a tener sobre un juego (el ajedrez o el backgammon, por ejemplo) hay que mezclar la explicación de sus reglas con algo de citas de táctica y estrategia.

Casi siempre son tácticas de guerra llevadas a un tablero. Yo creo que más bien lo que queda de ello está muy fuera del campo real y minado de una verdadera escena sangrienta de la guerra como tal. Queda el plantear objetivos parciales que se van eligiendo o rechazando en función de un objetivo más importante que es el de ganar la partida y el hecho de que ésta no sea más que una entre muchas y que luego todo vuelva a empezar desde cero, no es algo menor. Esto se traduce en vencer obstáculos mientras se conoce cada vez mejor el terreno, las propias fuerzas y las del contrincante y elevar todo ello a la "mente" para poder bajarlo a un tablero.

Mi música de partituras sigue un camino análogo. Quizás sean jugadas de mi propia guerra ignoro contra qué, quién o quiénes. Probablemente contra el tiempo. Aunque una vez dicho parece una simplificación brutal que el aprendizaje y recreación del juego se encarga de superar, proveyendo una especie de "sabiduría" sobre el tema muy difícil de emular por otros medios.

El proceso empieza en mi cabeza y me pide anotar pequeñas cosas en libretitas.
Al principio todo suelto. Luego escaneadas en carpetas con un nombre de guerra que voy cambiando a medida que la futura obra va perfilándose con mayor claridad.
En este andar surgen ideas que no sé cómo pasar a una partitura. Para destrabar esos frecuentes momentos, intento describir con palabras lo que debería suceder allí. Más adelante y, con la obra más definida, encuentro la forma de llevarlo a la partitura.

6 comentarios:

la stessa ma altra dijo...

muy claro, muy preciso, muy precioso...

Silvia dijo...

Hola Gabriel, aquí estoy nuevamente !
Interesante tu exposición, yo creo más bien, y quizá no tanto utilizando la palabra guerra sino algún término intermedio, que es para mí donde el pensamiento creativo experimenta una suerte de elección selectiva que se centra en la busqueda y en profundizar su agudeza radica la calidad de las obras y la propia identidad creativa.
Cariños !

cariños!

la stessa ma altra dijo...

Lo que postea Silvia e hace pensar: a veces el asunto se centra solo, más que en la búsqueda, en el asombro del encuentro, y es allí, en ese preciso instante, donde termina de cuajar la forma...

gabriel dijo...

Sí, me parece perfecto lo que dijo Silvia. Creo que debe ser ese punto de apertura que es como de la misma raíz y que cuando no es canalizada creativamente deriva en la violencia.
Gracias Silvia y Myriam por éste permanente y enriquecedor intercambio. Para mí es muy importante. Las quiero. Besos

gabriel dijo...

Sé que lo que acoté no es exactamente lo que dijo Silvia y que es difícil (e inútil) decir con otras palabras. Yo quería completar la afirmación con un agregado más pedestre.

Silvia dijo...

Gracias Gabriel nuevamente, la verdad es que como te dije anteriormente, tu espacio es generador y muy propicio al intercambio.
Al respecto, estás especialmente invitado a pasar por mi blog mañana por la tarde,( horario de Bs.As.) encontrarás novedades.

cariños