Algunos momentos del día tienen sonidos que parecen preformas musicales. Son ciertos instantes donde el fondo sonoro es neutro, en los que aparecen algunas voces aisladas que se cortan con un ruido de asfalto que claramente viene de lejos (por ejemplo), pasa por el oído derecho (que es el que dá al balcón) y se pierde más allá. Se mezcla con otros soniditos circunstanciales y pregnantes que en alguna ocasión propicia trato de grabar, aunque la mayoría de las veces las describo en papelitos para usar en músicas futuras.
Bajarlos a una partitura es el verdadero trabajo para mí. Es como la tarea de un traductor de poesía. A veces resiste como grabación y la modifico de mil maneras. Alguna vez, ambas se juntan: el sonido como tal y el sonido como idea para una partitura mixta.
El resultado puede derivar en músicas o en proyectos de performance, improvisaciones o instalaciones.
6 comentarios:
hoy a la m´ñana los loros invadieron mi cuadra, por suerte... y si, mezclado con las voces y los pasos de los chicos que iban a la escuela, concierto gratis...
Ives se tomaba el mismo trabajo que vos...
Pareciera proveniente de alguna remota, diáfana y soleada frontera y el detalle a niveles miniaturescos que resisten los traslados en tus intentos traductivos. En fin...mis cariños !
Debe ser que tus obras aun cuando están en camino de ser ya traen consigo alguna esencia poética porque para mí siempre son evidentes y no porque ahora lo comentes Gabriel.
cariños!
Cierto lo de Ives no me acordaba, Myru.
Gracias por las bellas palabras Silvita!!
me sigo perdiendo cuando deambulo por acá, sé que hasta me perdonas eso..k
sí, negrita. Es algo sobre los sonidos de la calle que pensé en el balconcito ese.
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